Hace falta una mirada feminista sobre la reforma judicial

 Tengo el privilegio de ser amiga personal de María Zerbino. En nuestra conversación para esta entrevista, ella recordó la manera en que nos conocimos: fue en una jornada abolicionista en Santa Fe, por 2014. Ella leyó Yo elijo y al año siguiente me invitó a presentar el libro a Santa Rosa. En esa ocasión, como bien recuerda María, también viajó Mariel Rosciano con su unipersonal “Elena”, y desde entonces tratamos de encontrarnos todos los años para compartir palabra y experiencia con la mayor cantidad de gente posible. María me recuerda que trabajamos con la UNLP, con el Instituto Interdisciplinario de Género de la Facultad de Humanas, con la Secretaría de la Mujer y en diferentes localidades. Hemos recorrido las calles y las rutas para conocer a las mujeres que están en situación de prostitución. Lamentablemente, desde el surgimiento de la pandemia esto se interrumpió, pero queda pendiente retomar esos encuentros para seguir compartiendo. Con María hemos pasado horas y horas en su casa, charlando, lo que siempre fue una experiencia maravillosa. Quería saber qué pensaba ella de la situación que se está viviendo en el marco de la pandemia, para lo que le he hecho esta entrevista.

De "Después, la libertad"

Pronto les estaré trayendo otra entrevista, pero mientras la armamos, comparto con ustedes una de las reflexiones del último capítulo de Después, la libertad. Ese último capítulo se pensó para hacer luego una separata que se pueda utilizar en clases de ESI. Se trata de una recopilación de historias breves, reflexiones y preguntas que han hecho estudiantes en talleres, en el pasado. Comparto aquí la número 15:

Nos pasamos horas debatiendo sobre abolicionismo y reglamentarismo. Yo me pregunto si alguna vez vos, que estás leyendo esto, te paraste a hablar con una chica que “trabaja” en la calle. Porque abundan opiniones de quienes jamás se acercaron a esas chicas, que no saben nada de la situación real de estas compañeras. La situación es cada vez peor, las están matando y no sale en ningún lado. A nadie le importa eso. Solo se publican artículos en los diarios cuando se habla de reglamentar la prostitución. Pero esta mujer sobre la que todos opinan está sola. No se la está cuidando, no va a un hotel de lujo ni elige con quién se va acostar. Después de un día agotador, después de múltiples violencias, si tiene suerte vuelve a su casa, siempre que no se crucen con alguien que piense que por pagarle tiene derecho a quitarle la vida. Porque de eso no se habla, pero el cliente cree que te compra y por ende, sola en el medio de la calle, no vas a poder “elegir”. Pero claro, me olvidaba, la gente que jamás se paró en una esquina decide por nosotras, nos callan, nos humillan y nos dicen cómo o qué hacer. Bueno, ¿saben qué? A mí nadie me va a decir qué hacer o decir. Ni a mí ni a una compañera. 

 #dejendematarnos #laprostitucionesviolencia #vivasnosqueremos

¿Cómo nació "Yo elijo contar mi historia"?

Mi primer libro nace como parte del proceso que hice para salir adelante una vez que pude regresar a Santa Fe y no volver atrás. En el prólogo, se lee:

Este libro fue realizado en base a grabaciones de conversaciones que mantuve entre los años 2010 y 2012 con Marcos Barberis y Javier Bonatti. Ambos trabajaban en la Asociación Civil CANOA en ese entonces y este acompañamiento a recorrer la historia de mi vida nace, en un primer momento, como parte de un proyecto iniciado desde aquella Institución. Fue allí que entre los tres pasamos largos días de conversaciones, que luego comenzaron a transcribirse al papel y aquella palabra hablada empezó a tomar otra forma. Una gran cantidad de encuentros hicieron que aquel sueño de hacer de mi historia (mis historias) un libro, empezara a volverse real. Fue así que el texto escrito comenzó a tomar forma y se sumó Cecilia Rugna a este difícil proceso, para ayudarme en la corrección, revisión del texto y contención emocional. Es por eso que este libro tiene una forma tan coloquial, tan hablada. Y es así como invito a leerlo. Como si fuera yo quien estuviera contándoles lo que ahora relato.

Quisiera también compartir las "Primeras palabras" que escribió María Claudia Albornoz:

Contar una historia en primera persona. Contar la historia de tu vida, meterte en los remolinos de la memoria, desde el principio en una cronología de los hechos, que te marcan, te duelen en el cuerpo, te desarman y muestran la complejidad de vivir, riendo y sufriendo como mujer. Es así como Elena, amiga y compañera, se comparte en su historia, mostrando las marcas que deja el patriarcado, desde el prejuicio doloroso de vivir en situación de prostitución como un designio, como una profecía, el cuerpo de una mujer pobre a merced del consumo de varones matrizados consumiendo carne para saciarse de machismo. La sociedad sigue debatiendo respecto de las mujeres en situación de prostitución, y aporta miradas como la prohibicionista, la reglamentarista y la abolicionista. Este libro pretende mostrar, no desde la teoría, sino desde lo vivido, cómo la prostitución NO es un trabajo, sino una forma de subordinación y sometimiento, inherente a la explotación sexual de la persona prostituida. Elena, con su valiente relato, nos viene a decir "Yo elijo". Elegir desde el conocimiento que le permite ver otras posibilidades para su vida. Posibilidades que le fueron vedadas desde su PRIMERAS PALABRAS8 infancia pero que hoy la convierten en una mujer con perspectiva y determinación, que se desarrolla y se posiciona como defensora de los derechos para las mujeres. Invitamos a leer este libro para dejar de ocultar con discursos justificatorios la existencia de distintas formas de explotación y, en particular, de explotación sexual de mujeres adultas. Como dice Silvia Bleichmar en su libro Dolor País: "El relativismo moral se produce en el momento mismo en el cual la explicación de un hecho deviene su justificación; en el instante en el cual la profunda repulsión que produce un acto atentatorio contra la condición humana se convierte en una descripción aplacatoria de las causas que llevaron a su producción." 

Quien quiera comprar el libro y apoyar de esa manera a Mujeres en Actividad, puede escribirme a yoelijocontarmihistoria@gmail.com

Ni una menos, otra vez

La pregunta urgente (Econoticias, AM 1220, Buenos Aires) me convocó para hablar de abolicionismo en el día en que se conmemora el asesinato de Chiara Páez y volvemos a pedir que dejen de violarnos, que dejen de matarnos. Escuchen a la inmensa Mariel Rosciano hablar de su militancia en contra de la violencia machista, de su experiencia en la causa abolicionista y de las reacciones de sus allegados ante su postura. Creo que lo que cuenta Mariel nos invita a pensar sobre las nuevas crianzas y las nuevas relaciones entre hombres y mujeres, sobre la intensidad de reacción en las mujeres más jóvenes y la maneras en que los varones se van ajustando a los nuevos tiempos. Luego de su entrevista, en la segunda hora del programa, Inés Maldonado me entrevistó para hablar de trata, prostitución y abolicionismo. Les invito a escuchar lo que charlamos. Le conté sobre las pibas en las esquinas en plena pandemia, la connivencia policial y la necesidad de sostener políticas que empoderen y les permitan a estas mujeres dejar ese lugar de violencia. Reclamo que la prostitución se ponga en agenda, que el cupo laboral trans sea mejor implementado, y explico que es muy difícil conseguir trabajo para mujeres que no han completado sus estudios. Muchas veces la prostitución se les presenta como la única salida: no se elige, se "cae" allí. La gran mayoría de las mujeres prostituidas no han completado la primaria, y son tan discriminadas por la sociedad que nadie les ofrece un trabajo decente. Ni una menos.