De mi infancia recuerdo que fue muy difícil, porque si bien tengo a mi mamá, ella nunca nos cuidó mucho, no nos llevaba a la escuela ni nada de eso. No había “trato de familia”. A mi mamá le daba lo mismo, porque siempre estaba enferma. Ella tenía un bebé detrás de otro, así que mi hermana y yo, las dos más grandes, nos ocupábamos de cambiar pañales y atender a los bebés. Como ella estaba enferma, yo siempre paraba en lo de una tía, o en diferentes casas, y me fui criando así. Fui violada a los 11 años y tuve mi primera hija a los 16. Mi mamá nunca nos hablaba de educación sexual, a eso lo aprendí después, junto a mi nena. No fue buena mi infancia. A los 16 años ya tenía a mi hija. Cuando fui conociendo otra gente pasaron muchas cosas feas: fui secuestrada, prostituida, y no estaba mamá, no estaba papá, así que bueno, trataba de llevarlo.
En el mundo de la prostitución entré muy joven.