Avanzamos con cada paso que damos en nuestras rondas.
Avanzamos cada vez que una niña denuncia a su abusador/a, cada vez que una chica busca ayuda para dejar una esquina o una situación de violencia.
Avanzamos cuando alguien entiende
que la prostitución no es un trabajo y que quienes lo dicen buscan aprovecharse de situaciones de vulnerabilidad.Y avanzamos también con cada mejora que podemos hacer en nuestra casita, todo gracias a los aportes de tantos que apoyan este proyecto comunitario y liberador. Cada nueva abertura, el acondicionador de aire, el cielorraso, todo suma para que este espacio reciba y produzca, para que hospede y proyecte.
Nuestro agradecimiento a quienes aportan su tiempo y su saber, a quienes dan sus manos para amasar, coser, enseñar. Esos sí son trabajos y nos hacen bien.
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