viernes, 7 de mayo de 2021

Mis ocho años

Comparto con ustedes una parte de un capítulo de mi libro Yo elijo contar mi historia. 


MIS 8 AÑOS
Tengo un gran problema: vuelvo a mis 8 años permanentemente, es un año que me marcó. Muy poco antes de cumplir mis 9 años, mi mamá se prendió fuego y posteriormente murió (un 12 de abril). Yo cumplía 9 años a los poquitos días (el 19). Es como una condena que me fijó mi mamá. Después fuí creciendo y me dí cuenta que mi mamá era una pobre víctima de mi papá, era una mujer golpeada, la echaba cuando quería. Cuando eso pasaba nos íbamos todos a San Cristóbal en tren y él después nos iba a buscar. Mi mamá era de una posición económica muy alta; mi papá era de otro nivel económico.
Mi mamá se prendió fuego delante de nosotros. Mis viejos habían discutido ese 18 de enero de 1972. Él entró a la habitación y le empezó a gritar, le tiró plata y le dijo que nos vayamos y que no volvamos más. Me acuerdo que mi hermanita de dos meses lloraba… y ahora no puedo ver esos sillones de mimbre
que se hamacan porque enloquezco… era donde ella se tiraba y se relajaba. Y mi hermanita lloraba porque quería la teta. Había nacido el 5 de noviembre… y yo lo decía "dele la teta mamá porque llora…". Mi hermanita era chiquitita. Y ella me dijo: "no, llevála y cambiála… llevála y cambiala…"; fue lo último que me dijo. Cuando entré a la habitación empecé a sentir gritos y llantos y se rompían botellas en el camino… fue una imagen y un sonido que si te las ponés a pensar…
Estuvo dos meses y cinco días toda quemada en el Hospital.
Mi papá, un ignorante total, nos llevaba a verla. A mí me daba miedo… estaba toda quemada. Estando internada, a mi mamá le agarró leucemia. Se había hecho unos estudios cuando nació mi hermano varón y, aparentemente, le había dado que ya tenía leucemia. Entonces era como: "la puta, tengo seis hijos (esto se me ocurre a mí), un marido que me golpea, no aguanto más la situación, tengo 32 años, ¡pum!, me prendo fuego y listo". Hoy pienso que podría haber pensado un poquito más en nosotros.
El lunes 12 de abril, nos empezaron a decir que mi mamá se fue al cielo, nos encerraron en el fondo, no nos dejaron participar del velatorio que era en mi casa. Mi madrina, como ya iban a cerrar el cajón, nos fue a buscar al fondo. Cuando llegué frente al cajón, me levantó, para que le diera un beso. Aún hoy recuerdo esa sensación, yo le iba a dar un beso a mi mamá que se iba al cielo, y me encontré con un témpano, son esas sensaciones que te marcan, quizás de por vida.
Con la ausencia de mi mamá cambia todo, porque ya éramos mujeres al frente de la casa. Había que cocinarle… y si no sabíamos, teníamos que aprender. Él era muy machista, entonces teníamos que aprender a hacer… esas tortillas, que tanto le gustaban. Y nosotros comíamos guiso y mate cocido, no podíamos gastar más. Yo lloraba por ir a la escuela. Mi papá no me dejaba ir. Yo tenía que cuidar a mi hermanita, porque desde que mi mamá no estaba había quedado a mi cuidado. Tenía cinco meses. Los hermanos de mi mamá estuvieron en Santa Fe y venían a vernos, nos compraban ropa. Le insistían a mi papá para que nosotros vayamos con ellos para que podamos estudiar. Pero mi papá se negó. No pudimos ir más a ningún lado.
Nos decía que eran mala gente, que nos querían como sirvientas y cosas así.
A esa edad empezaron las picardías que una descubre hoy como cosas horribles, que una naturalizaba con la ingenuidad de una nena de 9 años. A esa edad un amigo de mi hermano nos daba 2 pesos para mostrarnos el pene. Para mí era un juego… no estaba mal. No hacíamos nada malo más que recibir la plata, pero es como la sensación de que fui preparada desde chiquita para ser prostituta.
Un cuñado de mi mamá, un tío mío, se separa de la mujer y viene a "cuidarnos" a casa. Me acuerdo que nos hacía bañar a todos, a mí y a mis hermanas y hermanos. Siempre yo era la última en bañarse. Cuando yo terminaba él me iba a buscar al baño, porque estaba afuera, en el patio, muy lejos de la casa. Él me acostaba en la cama de mi papá y me besaba la vagina. En ese tiempo no sabía nada, pero yo escuchaba gemidos que hoy me hacen comprender que se masturbaba. Entonces ahí empezaba el negociado: él me decía no hables, y yo obtenía todo lo que quería. Si yo quería comprar algo o salir, él convencía a mi papá. Ya se transformó en un negocio para mí.
En nuestra misma cuadra había una casa donde había diez mujeres, de las cuales siete laburaban. Una de ellas andaba con mi papá, otra con mi hermano Melanio y otra con mi hermano Cipriano, los dos mayores. Cuando venían de la ruta, las chicas contaban todas sus experiencias de lo que hacían, de que tal quería una vela en el culo, que tal tenía queso. Y yo con mis 9 años escuchaba todo y no entendía nada.




8 comentarios:

  1. Había leído este capítulo en tu libro Elena. Eres una valiente y una luchadora. Te admiro mucho!!!!

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  2. HAY QUE BIEN QUE ESTA CONTADO. TAN REAL QUE HIZO TEMBLAR EL CUERPO

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  3. 🥺,Noooo, Horror sería la palabra ,te abrazo el Alma , querida Elena nos robaron la infancia y nos marcaron la vida y quizás tómalo así para bien porque protegemos más de la cuenta a nuestros pequeños y los educadamos para que sean las personas que hoy son 💖

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  4. Fue muy dura tu vida, te robaron la niñez, muy triste.
    Hoy es admirable tu fortaleza y solidaridad. ABRAZO, AMIGA

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  5. Lo lei mil veces , pero aún me llena los ojos de lágrimas.
    Aún con todo lo que viviste lograste amarnos y cuidarnos a lo 4.
    Que no me falte nunca tus guisos, tu arroz con pollo, tu amor y apoyo ante todo...te amo mamá

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  6. Que bueno Elena que tengas el valor de contarlo.Muchas veces todo queda en secreto y los abusadores siguen por la vida como si nada.Todo mí cariño

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  7. Elena,te admiro..gran valiente.. agradezco mucho todo lo que has vencido...y leí muchas veces este capítulo...central de tu vida...abrazas.

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  8. Qué mujer Elena! que gran mujer. Te abrazo fuerte querida

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